Por un lado, tu equipo debe ser capaz de definir la métrica correcta para cada problema: distinguir entre indicadores operativos y estratégicos, identificar qué medir y por qué, y evitar errores comunes como optimizar métricas equivocadas que llevan a decisiones costosas.
Por otro lado, necesitan entender las bases de los modelos de clasificación (no a nivel técnico ni de código, sino a nivel conceptual) para poder reconocer patrones, interpretar resultados y evaluar cuándo un modelo es confiable.
Este entendimiento les permite, por ejemplo, anticipar qué tipo de cliente es probable que abandone, cuál oportunidad de venta tiene mayor probabilidad de cerrar, o qué procesos presentan mayor riesgo de falla, aun cuando se trate de millones de registros.
En el entrenamiento, desarrollamos estas dos capacidades de forma práctica:
- Criterio analítico para elegir métricas alineadas a tus objetivos de negocio.
- Criterio técnico funcional para interpretar modelos de manera simple, visual y accionable.
Con esto, tu equipo adquiere autonomía real: sabe qué medir, qué significa lo que está viendo y qué decisiones tomar como consecuencia.